Estamos acostumbrados a ver terminales de gama alta con el tamaño ‘estándar’, que de por sí es bastante grande, o en tamaño ‘phablet’, totalmente impracticable para algunos usuarios. El tamaño mínimo que solemos ver son las cinco pulgadas, algo que muchos fabricantes ya adoptan como ‘formato pequeño’, cuando realmente no es tan pequeño como parece. Por ello existe el mercado de los smartphones compactos; el problema es que gran parte de este catálogo integra prestaciones de gama baja o media, a lo sumo. Por suerte, equipos como el Sharp Aquos mini (SH-M03) vienen a rellenar el vacío de la gama alta en cuerpos compactos.
Porque hasta ahora, las dos únicas opciones compactas pero de gama alta a las que podías optar, se resumían a un Sony Xperia Z5 Compact o el nuevo iPhone SE en caso de que tirases por iOS, tal y como os contábamos hace unos meses. De todas formas, el Sharp Aquos mini por el momento sólo se vende en Japón y mediante un sistema de plazos vinculado a una compañía, así que aquí será muy raro verlo, o por lo menos, de forma oficial.
Empezamos por uno de los detalles más importantes en un terminal de estas características: el tamaño. Concretamente, este Sharp Aquos mini tiene un cuerpo de 126 x 66 x 8,9 mm para un peso pluma de 120 gramos; como veis, se trata de un verdadero compacto. Y ojo, porque estará disponible en color blanco y en rojo. El marco es metálico y curvado, mientras que la espalda está construida en cristal. Su diseño también da bastante que hablar, ya que en la parte frontal vemos que a penas cuenta con marco superior.
La pantalla del Aquos mini es de 4,7 pulgadas a resolución Full HD con tecnología S-PureLED acabada en esa ligera curvatura 2.5D. Sorprende que hayan elegido esta resolución para un panel tan pequeño. Dentro, se halla un procesador Snapdragon 808 Hexa-Core a 1,8 GHz acompañado por 3 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento interno que podremos ampliar gracias a una microSD de hasta 200 GB como máximo.
En el apartado fotográfico, nos esperan fotos de 13 MP con apertura f/1.9, estabilización OIS y HDR en tiempo real, acompañado por un flash LED simple y todos los modos y ajustes de disparo que te puedas imaginar; y por si fuera poco, permite grabar en 4K. Por lo que respecta a la cámara frontal, ésta se ubica en la parte inferior (algo inaudito) y dispara selfies de 5 MP.
Del apartado conectividad destacamos que, por una vez, un terminal asiático viene con NFC. Además de esto, integra Wi-Fi, Bluetooth 4.1, GPS, Dual-SIM (nanoSIM+nanoSIM o nanoSIM + microSD), eso sí, no cuenta ni con escáner de huellas ni con USB Tipo-C. Pero ojo, porque cuenta con certificación IP68 que le protege de salpicaduras y polvo.
Por último, este pequeño monta una batería de 2810 mAh y viene con Android 6.0 Marshmallow de serie.
En definitiva, estamos ante uno de los compactos más completos con un diseño rompedor, que quizá vendría a competir con el Xperia Z5 Compact. ¡Esperamos y deseamos que aparezca oficialmente por aquí!
[Sharp, PhoneArena]
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