Temple Run 2, el juego que ha revolucionado el género de carreras

“En todas las películas de aventuras hay una escena donde el protagonista finalmente pone sus manos sobre el tesoro, pero entonces tiene que huir atravesando una gran cantidad de trampas para salir vivo. Temple Run 2 es esa escena”.  Esta es la mejor descripción para el juego que ha arrasado en dispositivos móviles, del que más tarde otros han bebido directamente de su estilo, como Sonic Dash.

Corre todo lo que puedas y pon a prueba tus reflejos en Temple Run 2

¿Es un juego de carreras? ¿Un arcade? Lo cierto es que Temple Run 2 ha creado un nuevo sistema de juego inclasificable. La mecánica del mismo es sencilla de entender pero difícil de dominar, aunque esto siempre dependerá de tus reflejos.

Se trata de evitar que el personaje se estampe contra los obstáculos mientras corre en línea recta por el templo, descendiendo por tirolinas o saltando trampas de fuego. A base de deslizamientos y toques a la pantalla podremos realizar estos movimientos, aunque también cuenta el sensor giroscópico del móvil, que usaremos para desplazarnos de izquierda a derecha y así sortear socavones o simplemente recolectar una fila de monedas.

Contra más objetos consigas más premios podrás desbloquear en Temple Run 2

Monedas y otros ítems que usaremos para comprar power ups, personajes o simplemente como continuaciones si perdemos la partida, aunque en algunas ocasiones nos permitirán ver publicidad a cambio de continuar desde donde habíamos caído.

Temple Run 2 es visualmente mejor que la primera entrega, pero no se han querido reservar solamente para los móviles de gama media/alta y han incluido un selector de calidad para que los dispositivos de menos prestaciones sean compatibles con el videojuego. Otras mejoras respecto a la primera parte son sus logros, nuevos obstáculos, nuevos power ups y… ¡Un mono más grande!

¿Preparado para salir por patas? ¡Temple Run 2 está tanto en Android como en iOS!

Temple Run 2 se puede descargar gratuitamente en Google Play y en iTunes. ¿Hasta dónde eres capaz de llegar?