Si has descubierto una o varias manchas blancas en la pantalla de tu iPad, no estás solo: numerosos usuarios del iPad Air y del iPad Pro de 10,5 pulgadas han reportado el mismo síntoma. Aunque muchos intentan reiniciar, actualizar iPadOS o ajustar el brillo sin éxito, la realidad es menos intuitiva: hablamos de un problema de hardware. ¿Por qué aparece justo en el centro y por qué no se quita con un simple ajuste?

La explicación apunta a un sobrecalentamiento interno que termina afectando a la capa de retroiluminación del panel, y por eso no hay «truco» de software que lo arregle. En este artículo te contamos qué está pasando realmente, qué opciones tienes si tu iPad aún está en garantía y cómo decidir entre reparar o cambiar de equipo, con los costes orientativos en euros.

Qué son y por qué aparecen las manchas blancas

Las manchas blancas no son píxeles muertos ni «quemados»; son zonas de brillo anómalo que sobresalen sobre fondos claros y que suelen concentrarse hacia la franja central de la pantalla. La razón, según numerosos testimonios de usuarios, es que la placa lógica del iPad recorre el dispositivo de arriba abajo justo por el medio, y en determinadas circunstancias se calienta más de la cuenta, comprometiendo el difusor de la retroiluminación LED. Cuando esa capa se degrada o se deslamina, la luz deja de distribuirse de forma uniforme y aparecen esos puntos blanquecinos más intensos.

No hay una comunicación oficial de Apple sobre este fenómeno, pero la casuística reportada se repite especialmente en iPad Air y también se ha observado en el iPad Pro de 10,5 pulgadas. De hecho, la localización de las manchas tiene todo el sentido si consideramos el «hot path» térmico de la placa: como cuando un SoC A‑series sufre picos de carga y el calor se concentra en zonas muy concretas, aquí el calor termina atacando una parte delicada del sistema de iluminación del panel.

Por este motivo, restaurar el sistema, cambiar ajustes o pasar herramientas de diagnóstico no resuelve el problema: la causa no está en el software ni en el vidrio superior, sino en capas internas del módulo de pantalla que dependen de cómo se reparte la luz trasera, algo más cercano a lo que en monitores LCD llamaríamos «bleed» o difusión irregular, pero en un punto muy localizado.

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Opciones de reparación: garantía, costes y a quién acudir

Si tu iPad está en garantía o cubierto por AppleCare, el primer paso es abrir un caso con Apple. Varios usuarios cuentan que, en estos escenarios, Apple ha reemplazado la unidad o ha cambiado la pantalla, dependiendo de la evaluación técnica. Puedes comprobar el estado de tu cobertura y solicitar una cita o envío desde la página oficial de soporte: support.apple.com/ipad/repair.

¿Qué pasa si la garantía ya no está vigente? Entonces la reparación será de pago. Puedes gestionarla con Apple o con un proveedor autorizado por la marca en tu zona. Ten presente que sustituir el módulo de pantalla no aborda el origen profundo del problema —el calor en la placa lógica—, por lo que, aunque es la intervención más habitual, no elimina la posibilidad de que el fenómeno vuelva a presentarse con el tiempo.

En cuanto a precios, algunas estimaciones sitúan el cambio de pantalla entre los 95 € y más de 380 € aproximadamente, según el modelo y el servicio. Conviene pedir presupuesto antes de decidirte y valorar los tiempos de espera, la garantía de la reparación y si se trata de un centro con certificación oficial. Además, si el diagnóstico concluye que el problema está vinculado a la estructura del dispositivo, Apple podría optar por un reemplazo completo en lugar de una reparación puntual, siempre que exista cobertura y se cumplan las condiciones.

¿Reparar o cambiar de iPad? Cómo decidir sin arrepentirte

La pregunta clave que muchos se hacen es: ¿merece la pena invertir en una reparación que no ataca la causa principal? La respuesta depende de tres factores: el estado de la garantía, la antigüedad de tu iPad y lo molestas que resulten las manchas en tu día a día. Si tu equipo está cubierto, lo razonable es tramitar el caso con Apple y optar por la solución que propongan, ya sea cambio de pantalla o reemplazo del dispositivo.

Si no tienes garantía, compara el coste estimado del arreglo (95 €–380 € aprox.) con el valor actual de tu iPad. Cuando hablamos de un iPad con varios años a sus espaldas, puede que sea más sensato destinar ese dinero a un modelo nuevo, especialmente si usas el dispositivo para tareas donde el brillo uniforme es crítico —edición de fotos, dibujo con Apple Pencil o lectura intensiva—. En cambio, si la mancha es pequeña y tu uso es más casual (navegar, vídeo, notas), podrías convivir con el defecto sin que afecte gravemente a la experiencia.

Un último apunte: cambiar la pantalla suele mejorar la apariencia de inmediato, pero, al no intervenir en la fuente de calor que dañó la capa de retroiluminación, no es una «cura definitiva». Plantéalo como una solución pragmática más que como un arreglo estructural. Y, como buen usuario tech, documenta el caso con fotos y anota cuándo y cómo empezó el problema; esa información puede ayudar al técnico a evaluar el contexto y evitar diagnósticos ambiguos, igual que harías al registrar los ciclos térmicos de una GPU en un benchmark.

En resumen, si ves esas manchas blancas en tu iPad Air o en el iPad Pro de 10,5 pulgadas, ya sabes de dónde vienen y qué puedes esperar de cada vía de actuación. Empieza por comprobar tu cobertura, pide presupuesto si no tienes garantía y decide con cabeza: a veces reparar tiene sentido, y otras, lo más inteligente es dar el salto a otro equipo.

Edu Diaz
Edu Diaz

Cofundador de Actualapp y apasionado de la innovación tecnológica. Licenciado en historia y programador de profesión, combino el rigor académico con el entusiasmo por las últimas tendencias tecnológicas. Desde hace más de diez años, soy redactor de blogs de tecnología y mi objetivo es ofrecer contenido relevante y actualizado sobre todo este mundo, con un enfoque claro y accesible para todos los lectores. Además de mi pasión por la tecnología, disfruto de las series de televisión y me encanta compartir mis opiniones y recomendaciones. Y, por supuesto, tengo opiniones firmes sobre la pizza: definitivamente, sin piña. Únete a mí en este viaje para explorar el fascinante mundo de la tecnología y sus múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana.