El mítico Pebble está viviendo su propio comeback tecnológico y, esta vez, no es un simple guiño a la nostalgia: Eric Migicovsky, su fundador, ha mostrado el diseño final del nuevo Pebble Time 2 con una mezcla muy atractiva de materiales premium, sensores inteligentes y una pantalla e-paper a color que promete autonomía para aburrir. ¿Quién dijo que un smartwatch no puede aguantar un mes lejos del cargador?

Un clásico que vuelve con acero, tornillos y espíritu maker

El Pebble Time 2 llega como una reinterpretación moderna del modelo de 2016, conservando la esencia que enamoró a su comunidad, pero elevando el nivel de acabado. La caja, tanto frontal como trasera, está fabricada en acero inoxidable 316, con botones del mismo material que incorporan un estriado para mejorar el agarre y mantener la estética de los antiguos Pebble Time Steel. La cubierta posterior se fija con tornillos en lugar de pestañas, una decisión que busca aumentar la resistencia al agua y, además, facilitar el reemplazo de batería con herramientas estándar, lo que encaja con ese ADN práctico que siempre ha distinguido a Pebble.

La superficie del reloj está protegida por cristal endurecido para mitigar arañazos, mientras que la correa usa un sistema de liberación rápida de 22 mm, de modo que cambiar de estilo es cuestión de segundos y sin herramientas. La marca planea ofrecer cuatro variantes de color —todavía por decidir— y ha confirmado que quienes reservaron el modelo Pebble 2 Duo podrán cambiar su pedido a este nuevo Time 2 sin perder su posición en la cola.

Tras recuperar la marca Pebble, Migicovsky ya había mostrado la primera demo del Pebble 2 Duo (anteriormente conocido como Core 2 Duo), un movimiento que marcó el inicio de este retorno. Ahora, con el diseño final del Time 2 sobre la mesa y un calendario que apunta a envíos a partir de diciembre de 2025, la cosa se pone seria para quienes llevaban años esperando un reloj simple, duradero y muy personalizable.

pebble time 2

Pantalla e-paper táctil con 64 colores y retroiluminación RGB

La gran protagonista es la pantalla: un panel e-paper de 1,5 pulgadas capaz de mostrar 64 colores, visible a plena luz del sol y con un consumo energético muy inferior al de un LCD tradicional. Además, es táctil, por lo que reduce la dependencia de los botones físicos y habilita interacciones más naturales en el día a día, algo que los fans de las interfaces sencillas agradecerán. Si has usado un lector tipo Kindle, te harás una idea de la comodidad que ofrece la tecnología de tinta electrónica cuando hablamos de legibilidad y eficiencia.

La retroiluminación del Pebble Time 2 también da un salto importante: incorpora un sistema RGB multicolor que no solo permite personalizar el color de la luz de fondo, sino que puede variar automáticamente en función de la app o la notificación que recibas, abriendo la puerta a códigos de color muy útiles. Piensa en ello como en la iluminación de un teclado gaming que te «habla» con colores, pero aplicada a tu muñeca y con la sobriedad minimalista típica de Pebble.

El conjunto se completa con un altavoz integrado que reproduce avisos sonoros y el audio de apps, y que permite atender llamadas cuando el reloj está conectado al smartphone. La combinación de pantalla de bajo consumo, retroiluminación inteligente y audio integrado crea una experiencia que busca equilibrar practicidad y autonomía, sin caer en el derroche energético de otros smartwatches más «brillantes» pero menos longevos.

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Salud, sensores y 30 días de batería: una propuesta diferente

En el apartado de sensores, el Time 2 llega bien armado: integra medidor de frecuencia cardiaca en la parte trasera para monitorizar tu pulso, puede contar pasos durante el día y registrar el sueño por la noche, y lo hace incluso sin necesidad de llevar el móvil encima para las funciones básicas. A esto se suman dos micrófonos —el segundo con cancelación de ruido ambiental— pensados para mejorar las llamadas o los comandos de voz, además de una brújula que complementa las funciones de navegación cuando el reloj trabaja junto al GPS del smartphone.

La vibración corre a cargo de un motor lineal que ofrece hápticas más precisas para notificaciones, alarmas e interacciones dentro de apps, con patrones diferenciados según el tipo de aviso, de modo que puedas «leer» con la muñeca sin mirar la pantalla. En paralelo, el equipo está finiquitando las pruebas de estanqueidad; la construcción con tapa atornillada apunta a buenos resultados y el objetivo es que puedas usarlo nadando y en deportes acuáticos, aunque el nivel final de certificación todavía está en validación.

¿Y la autonomía? Aquí es donde el e-paper despliega su magia: la marca estima hasta 30 días por carga, una cifra que sitúa al Time 2 en una liga propia frente a la mayoría de relojes con pantallas tradicionales. Ese enfoque «menos es más» encaja con la filosofía Pebble de priorizar funciones esenciales, notificaciones claras y una experiencia sin fricciones, más que perseguir el brillo absoluto.

El regreso de Pebble también ha despertado comentarios sobre lo que la comunidad espera de un smartwatch en 2025. Entre las reacciones iniciales, hay quien celebra la vuelta por pura nostalgia, mientras otros apuntan que para abandonar su reloj actual necesitarían cosas como pagos NFC, conectividad LTE o una app de fitness más ambiciosa. Ese debate es sano y, de hecho, sirve para situar al Time 2: una alternativa distinta, centrada en eficiencia, legibilidad y modularidad, que no pretende ser un mini-smartphone en la muñeca, sino un compañero fiable, configurable y con batería para semanas.

Con su mezcla de acero 316, pantalla e-paper táctil de 64 colores, retroiluminación RGB, micrófonos con cancelación de ruido, brújula, altavoz y un diseño pensado para durar —y mantenerse—, el Pebble Time 2 llega con una propuesta tan peculiar como coherente. Si buscabas un reloj que no te pida un enchufe cada dos por tres y que puedas «hackear» a tu gusto con estilos y colores, este regreso puede ser justo lo que querías.

Edu Diaz
Edu Diaz

Cofundador de Actualapp y apasionado de la innovación tecnológica. Licenciado en historia y programador de profesión, combino el rigor académico con el entusiasmo por las últimas tendencias tecnológicas. Desde hace más de diez años, soy redactor de blogs de tecnología y mi objetivo es ofrecer contenido relevante y actualizado sobre todo este mundo, con un enfoque claro y accesible para todos los lectores. Además de mi pasión por la tecnología, disfruto de las series de televisión y me encanta compartir mis opiniones y recomendaciones. Y, por supuesto, tengo opiniones firmes sobre la pizza: definitivamente, sin piña. Únete a mí en este viaje para explorar el fascinante mundo de la tecnología y sus múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana.