ONE PIECE de Netflix: Crítica de un fan que lleva siguiendo la serie 20 años

Alberto Guerrero

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Desde que se anunció la adaptación del manga-anime One Piece por parte de Netflix, allá en 2020, le hemos seguido la pista y nos hemos emocionado con cada noticia que se publicaba. Ahora, en 2023, no solo se ha lanzado el esperado Live Action de la obra de Eiichiro Oda, sino que también marca el 20 aniversario del estreno del anime en España.

Y fue precisamente por estas fechas: en septiembre de 2003, Telecinco apostaba por animes como Medabots y One Piece, emitiéndose dentro del espacio infantil Max Clan (una suerte de Club Megatrix) que ocupaba las mañanas de los fines de semana.

Ahora, llega Netflix con una nueva versión de la epopeya japonesa que condensa los aproximadamente 45 primeros episodios del anime (o los 11 primeros volúmenes del manga, es decir, los primeros 95 capítulos del papel) en 8 episodios de alrededor de una hora. Dicho con otros números, unas 11 horas de anime encapsuladas en 8 horas de Live Action.

Un nuevo One Piece que lo da todo en su primer episodio

⚠ AVISO DE SPOILERS ⚠

El Helmeppo del Live Action supera al del anime.

A estas alturas, ya sabemos que las adaptaciones de animes y mangas (y de libros y videojuegos) son eso: adaptaciones. Y por lo general, bastante desastrosas. Ya no esperamos un calco en carne y hueso, porque lo que funciona en un medio, no lo haría en otro. La cuestión es conservar el alma de la obra.

El primer episodio de ONE PIECE de Netflix es una carta de amor a los fans. Tomorrow Studios, la productora detrás de esta serie, sabía muy bien que el primer episodio tenía que ser potente para que los seguidores diesen su visto bueno y a la vez, los que entraban por primera vez a este mundo, pudieran engancharse. El dinamismo es su punto fuerte, y resume de manera bastante fiel lo que todos recordamos de los primeros compases de Luffy.

Y es que ONE PIECE sabe dar de comer tanto a los fans casuales como a los más sesudos, con referencias por doquier, a todos los niveles y desde el primer minuto: Caras conocidas entre el público en la ejecución de Roger (tal y como hemos ido viendo en los retelling de la ejecución, por ejemplo en el Episodio 0), menciones a islas familiares como Jaya y otras menos conocidas como Sixis, el Sake de Binks, e incluso se permite el lujo de pincelarnos lore expandido con ese combate entre Mr. 7 y Zoro que nunca vimos en el material original, pero que sí se citaba en un diálogo del espadachín.

Artur, conocido divulgador de One Piece en la comunidad de fans, ha participado en el desarrollo de la serie aportando algunos detalles.

Pero al igual que nos encontramos con las mil y una referencias, también hay hueco para historias originales. Uno de los ejemplos más tempranos es el pasado en común entre Zoro y Kabaji en el segundo episodio. De hecho, a partir de éste, el término «adaptación» se hace más evidente y la serie zarpa en su propia dirección, pasando, eso sí, por los checkpoints obligatorios.

Así pues, las aventuras en Orange Town, la Villa Syrup, el Baratie o Arlong Park reciben un remake que dista de lo plasmado en el manga y anime. Mismos personajes (con ausencias) pero diferentes hechos. Estas nuevas tramas, en su mayoría, suceden todas en un mismo escenario monótono (la carpa de Buggy, la mansión de Kaya, el restaurante…) que viniendo de un primer episodio tan dinámico, resiente el ritmo de la serie.

ONE PIECE hubiese necesitado un par de episodios más para poderse adaptar con más calma

Cameo de Shushu en el Live Action.

Y es precisamente el ritmo, o más bien el tiempo, el enemigo de ONE PIECE, como en la mayoría de estas adaptaciones: Hay mucho que contar y muy pocas horas disponibles. De esta forma, se pierden personajes interesantes del manga-anime que aquí no aparecen o quedan relegados a simples cameos.

Echamos en falta algunas historias cortas pero de una carga emocional muy intensa, como la del perrito Shushu, que ayudan a afianzar la unión del espectador con esta franquicia, o una mayor presencia de personajes secundarios como Genzo, que en el Live Action pasan sin pena ni gloria. Lo dicho; no hay tiempo para todo(s). Que se lo digan a Krieg.

Krieg no llega a huir de Mihawk en esta historia.

Esto también afecta a los momentos emotivos de la serie, que resultan algo descafeinados si irremediablemente los comparamos con el anime. La despedida de Sanji, el pasado de Zoro, lo de Bellemere… No hay suficiente tiempo en pantalla para empatizar con estos momentos, que en las entregas originales de Eiichiro Oda gozan de una mejor construcción.

Eso sí, al César lo que es del César: también hay algunas escenas directamente extraídos del manga: La batalla entre Zoro y Mihawk es prácticamente idéntica, diálogo incluidos. La primera vez que Luffy pequeño se estira cuando Shanks lo agarra del brazo también sucede tal cual el cómic. Cuando Nami roba la barca a los piratas de Buggy, o el momento «Luffy, ayúdame», son algunas representaciones muy fieles.

Como también son fieles los pasados de los protagonistas. Esta era una de las líneas rojas establecidas por Oda para llevar a cabo esta adaptación, de ahí que tengamos una interpretación ciertamente fidedigna de la infancia de los Sombrero de Paja, muy inteligentemente intercalada a lo largo de los episodios.

Loca academia de Marines

Cuando los viejos hablan en One Piece, los fans se ponen contentos.

El humor es otro punto clave de One Piece, y aunque se han trasladado algunas bromas recurrentes de la serie (véase Luffy y la comida, Buggy y su nariz) la mayoría de chistes han sido creados para la ocasión. El humor de esta serie funciona y entra bien casi siempre, como también lo hacen algunas interacciones completamente originales de la adaptación de Netflix. Si líneas arriba reclamábamos más atención a algunos personajes secundarios, lo cierto que algunos pocos la tienen.

Zeff me ha parecido uno de los mejores personajes, y me gusta que haya tenido más tiempo una vez finalizada su saga, con ese diálogo tan resultón con Garp. Por otro lado, si bien me cuesta identificar a este nuevo Buggy con el Buggy que ya conocíamos, es sin duda uno de los mejores personajes de toda la serie. Y aquí lo disfrutamos un poco más, ya que ha ascendido a personaje recurrente, sirviéndonos de vehículo en la trama principal.

Pero para vehicular, Garp. Toda la grandeza de Bogard es inversamente proporcional a la de Garp. Porque Garp es el que peor parado sale en esta adaptación, siendo una figura desdibujada, que por momentos pareciera encarnar a varios personajes a la vez, siendo Smoker uno de ellos –dada su ausencia en esta primera temporada. Estaba claro que el protagonismo de Garp iba a suponer revelar el secreto que los fans del manga conocimos mucho más adelante en la historia, un arriesgado movimiento en pos de mantener a los espectadores neófitos pegados a la pantalla.

Pero esto es una serie, no un anime, y es necesario incluir tramas adicionales además de la principal. La contraparte de la piratería en ONE PIECE es la Marina, que también tiene un papel protagonista en la serie mientras Luffy y sus amigos exploran el East Blue. Sin embargo, esta trama secundaria se hace un tanto pesada y consume tiempo que quizás podría haberse utilizado para desarrollar otras historias. Además, su desenlace puede resultar algo confuso.

La acción y las coreografías son de lo mejor de ONE PIECE, los efectos… depende

Mihawk firma una de las mejores batallas del Live Action (y del manga-anime)

Las que no se hacen pesadas son las escenas de acción. Aquí es donde sí brilla este Live Action, efectos visuales aparte. Las coreografías de los combates, especialmente las de Zoro, están a un nivel de las mejores producciones cinematográficas y se disfrutan mucho, tanto de los movimientos originales como de los sacados del anime.

Los efectos especiales de este One Piece de Netflix son para darles de comer aparte. Los de la goma de Luffy pueden parecer algo cutres en según qué momentos, pero tienen el beneficio de la velocidad, con lo cual se disimulan bastante. La caída de Arlong Park luce un poco Pirate Warriors 3 si la pausas, pero con la acción del momento ni te enteras. Luego, los efectos de velocidad de Kuro son posiblemente lo peor en este apartado.

Y lo que también me chirría, y esto ya es a efecto más personal, son las ediciones creativas de Tomorrow Studios. Pasó con Cowboy Bebop y vuelve a pasar con One Piece. Son cosas que me sacan de la serie, como por ejemplo las escenas en las que aparecen los carteles de Wanted de forma «interactiva» en la presentación de los personajes. Ojo, no me parece una mala idea como concepto, pero si de mí dependiese, quizá hubiese dejado pasar la oportunidad de añadirlo al metraje. Al igual que ciertos mosaicos con las caras de los personajes, en clara referencia a las viñetas del manga y reacciones del anime.

Pero por encima de todo, el abuso del efecto gran angular y ojo de pez en primeros planos da la sensación de haber grabado la serie con una Go Pro. Nuevamente, se trata de una decisión creativa del estudio que a mí particularmente no me acaba de convencer; me evoca a proyectos amateur.

Mihawk corta su Wanted durante su presentación, rompiendo la cuarta pared.

Sin embargo, los efectos del poder de Buggy están muy logrados, así como el del Rey de la Costa y las gaviotas de News Coo, incluso los Den Den Mushi (Caracolófonos) están perfectamente trasladados a ese mundo, aunque en este caso sean animatrónicos.

El casting no podría ser mejor

Para ir cerrando, si hay algo que alabar, es el acertadísimo casting de todo el elenco, así como la caracterización de los mismos. Aunque es cierto que algunas pelucas son rematadamente estridentes, como la de Nami (algo de lo que son conscientes en la propia serie, ahí tenemos a Luffy refiriéndose a Nojiko como «la del pelo guay»), los outfits son idénticos a los de One Piece.

Especial detalle a los diferentes trajes que los Sombrero de Paja lucen a lo largo de la temporada, extraídos directamente de las portadas y colorspreads del manga. Resulta increíble el trabajo de casting para encontrar a personas tan parecidas a los personajes, incluso sin caracterizar.

Cool idea to use the outfits from coverspreads
byu/Zealousideal-Bet9456 inOnePiece

Y respecto a la BSO, Sonya Belusova está a la cabeza de la música que suena en toda la serie. El tema de Luffy es el de Gold Roger invertido, y es el que más escuchamos, reversionado en diferentes estilos, a lo largo de los 8 episodios. La mayoría de la OST suena muy «pirata», a lo Monkey Island, igual que el tema de Buggy nos evoca al típico tema de circo, cumpliendo su deber, aunque quizá resulte un poco cliché. Buen detalle incluir el mítico We Are y el Sake de Binks.

La intro del tema de Buggy es de lo mejor de la banda sonora.

Lo mejor

  • Casting y vestuario (salvo pelucas radioactivas).
  • Coreografías.
  • Referencias.

Lo peor

  • Decisiones creativas que te sacan de la serie (carteles de Wanted interactivos, abuso del ojo de pez).
  • Algunos efectos especiales.
  • Poco tiempo para desarrollar tramas y personajes.

Con todo, es un Live Action satisfactorio, hecho con cariño y conocimiento, tal y como se ha demostrado todos estos años por parte de los involucrados.

¿Tendrá ONE PIECE de Netflix una segunda temporada?

ACTUALIZACIÓN: Netflix ha confirmado la segunda temporada de ONE PIECE.

Texto original: La primera temporada de la adaptación en acción real de One Piece, dirigida por Matt Owens y Steven Maeda, ha sido bien recibida por la crítica y seguidores, y parece haber roto la maldición de las adaptaciones en acción real de animes. Pero eso no lo es todo a la hora de renovar con Netflix.

En el momento de escribir estas líneas, no se ha confirmado el lanzamiento de una segunda temporada para ONE PIECE. Si bien la obra tiende puentes hacia una posible segunda temporada a lo largo de esta primera, incluido el cliffhanger del final, es difícil determinar su renovación. Recordemos que Cowboy Bebop, también de Tomorrow Studios, no consiguió firmar una continuación, si bien la opinión general y el impacto ha sido mucho más positivo en esta ocasión.

Pero, por otro lado, durante los eventos celebrados en Los Angeles y en diferentes partes del mundo, se proyectaron vídeos promocionales en los que podíamos leer textos como «En esta primera temporada de ONE PIECE…», un detalle que ha levantado esperanzas a los seguidores.

No obstante, la huelga de guionistas y actores en Hollywood sigue vigente, y hasta que no se llegue a un acuerdo, seguramente afectará a las negociaciones por una renovación, si es que las hubiese.

Ahí sí que comenzará el reto. No solo los Sombrero de Paja entrarán a Grand Line donde lo tendrán más difícil, será lo equivalente para el equipo técnico traer a la vida cosas mucho más complejas.

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