Google ha destapado por fin el Pixel 10 y, como era de esperar, la comparación directa con el iPhone 16 es inevitable, porque ambos compiten cara a cara como modelos base de referencia y apuntan al mismo rango de precio. Este año la pugna se intensifica: mientras Apple sigue centrando su propuesta en la fuerza bruta de su chip, Google dobla la apuesta con pantalla más rápida, cámara más versátil y una ofensiva de inteligencia artificial más ambiciosa. Aunque en breve tendremos los nuevos iPhone 17, ¿cuál ofrece actualmente el mejor equilibrio para tu día a día?

Diseño y pantalla: fluidez frente a continuidad

En el apartado visual, la propuesta de Google apuesta de lleno por la suavidad y el brillo. El Pixel 10 monta un panel OLED de 6,3 pulgadas con refresco a 120 Hz y un pico de 3.000 nits, lo que se traduce en una experiencia ultrafluida al desplazarte por la interfaz, animaciones más limpias y legibilidad superior bajo sol intenso. Es la misma sensación que muchos asociamos a un buen monitor gaming de alta tasa de refresco: una vez lo pruebas, cuesta volver atrás.

Apple, por su parte, mantiene una línea continuista en el iPhone 16 con su pantalla OLED de 6,1 pulgadas a 60 Hz y un brillo máximo de 2.000 nits. La calidad sigue siendo alta y el color está muy bien calibrado, pero la diferencia de refresco se nota en el uso cotidiano, especialmente si te mueves entre apps con frecuencia, juegas o consumes redes sociales a toda velocidad. En tamaño, el iPhone es algo más compacto, detalle que muchos valoran para manejar con una mano; sin embargo, si priorizas una visualización más grande y fluida, el Pixel 10 parte con ventaja.

Rendimiento, IA y cámaras: dos filosofías claras

La estrategia de chips marca buena parte del carácter de cada móvil. El iPhone 16 confía en el A18 Bionic, un procesador que tradicionalmente se coloca en lo más alto en potencia pura y eficiencia, perfecto si vienes del ecosistema Apple y buscas ese rendimiento sostenido al que estás acostumbrado. Google, en cambio, estrena su primer Tensor G5 totalmente a medida, con la idea de optimizar a fondo las tareas de aprendizaje automático y la ejecución de funciones de IA que no paran de crecer en su catálogo.

Y es que la historia de la inteligencia artificial llega en momentos distintos a cada plataforma. Según la propia hoja de ruta, Apple Intelligence está arrancando su despliegue, por lo que su propuesta todavía se siente en construcción. En el Pixel 10, Google empuja con su ola más ambiciosa hasta la fecha, orientada a ayudarte tanto en fotografía computacional como en funciones de edición, contexto y asistencia; todo ello con el foco puesto en que muchas de estas tareas se beneficien del nuevo silicio.

pixel 10 vs iphone 16

En fotografía, el planteamiento vuelve a divergir. El Pixel 10 integra un sistema triple que incluye un teleobjetivo con zoom óptico 5x, lo que abre posibilidades claras para retratos comprimidos, tomas lejanas y mayor flexibilidad creativa sin recurrir al recorte digital. El iPhone 16 conserva la fórmula de doble cámara sin teleobjetivo dedicado: sigue siendo solvente para escenas generales y vídeo, pero si valoras capturar detalles a distancia con la máxima calidad óptica, el Pixel juega con una carta extra. De hecho, la versatilidad que te da una tercera cámara dedicada es ese plus que, cuando lo tienes, empiezas a usar más de lo que crees.

Batería y carga: autonomía más generosa y nuevos imanes

Otro choque interesante está en la energía. El Pixel 10 llega con una batería de 4.970 mAh, un salto notable frente a los 3.561 mAh del iPhone 16, y además soporta carga por cable a 30 W. Esto se traduce en un margen mayor para exprimir pantalla a 120 Hz, mapas, fotos o música sin mirar constantemente el porcentaje. En el iPhone 16, la carga por cable se queda en 20 W, suficiente para una recarga estable, aunque algo más lenta en comparación.

En inalámbrico, ambos apuestan por la carga magnética, pero con estándares distintos: el Pixel 10 adopta Qi2 a 15 W e inaugura los nuevos accesorios magnéticos Pixelsnap de Google, mientras que el iPhone 16 se mantiene en la órbita de MagSafe con hasta 25 W. Si ya tienes un ecosistema de accesorios MagSafe, seguirás disfrutando de esa experiencia de acople rápido que popularizó Apple; si prefieres un estándar abierto, Qi2 llega precisamente para unificar la experiencia imantada en la industria, con un enfoque similar al que en su día llevaron tecnologías como G-Sync y FreeSync al terreno de las pantallas, empujando a que más fabricantes se alineen.

En la práctica, la combinación de batería más grande y carga rápida por cable de mayor potencia favorece al Pixel 10 para quienes priorizan autonomía y recargas cortas. Por su parte, el iPhone 16 compensa con una carga inalámbrica magnética más potente y una integración pulida con su ecosistema de accesorios.

Entonces, ¿con cuál te quedas con el Pixel 10 por 899€ o el iPhone 16 por 819€? Si te atraen la fluidez de 120 Hz, el brillo extra, la versatilidad de un teleobjetivo 5x y una batería que invita a olvidarte del cargador durante más tiempo, el Pixel 10 encaja como un guante. Si, en cambio, buscas la potencia bruta del A18 Bionic y prefieres la continuidad de iOS con la promesa de una Apple Intelligence que irá creciendo, el iPhone 16 sigue siendo una apuesta segura. La buena noticia es que, este año, la elección ya no depende solo del chip: la pantalla, la cámara y la carga magnética inclinan la balanza como no veíamos desde hace tiempo. ¿Listo para decidir qué filosofía te acompaña en el bolsillo?

Edu Diaz
Edu Diaz

Cofundador de Actualapp y apasionado de la innovación tecnológica. Licenciado en historia y programador de profesión, combino el rigor académico con el entusiasmo por las últimas tendencias tecnológicas. Desde hace más de diez años, soy redactor de blogs de tecnología y mi objetivo es ofrecer contenido relevante y actualizado sobre todo este mundo, con un enfoque claro y accesible para todos los lectores. Además de mi pasión por la tecnología, disfruto de las series de televisión y me encanta compartir mis opiniones y recomendaciones. Y, por supuesto, tengo opiniones firmes sobre la pizza: definitivamente, sin piña. Únete a mí en este viaje para explorar el fascinante mundo de la tecnología y sus múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana.