¿Sabías que puedes lanzar una peonza directamente desde la barra de búsqueda de Google sin instalar nada? Si eres de los que disfrutan descubriendo funciones ocultas y minijuegos geek, prepárate porque el buscador más famoso del planeta esconde auténticos tesoros digitales listos para exprimirlos al máximo. En este artículo te contamos cómo acceder a la peonza en Google, su historia curiosa y todo el universo de juegos y herramientas secretas que puedes disfrutar con solo teclear unas palabras. ¿Listo para girar y descubrir?
¿Cómo funciona la peonza en Google y por qué es tan especial?
La peonza de Google es mucho más que un simple pasatiempo, ya que rinde homenaje a un tradicional juego judío llamado Dreidel, típico de la festividad de Janucá. Basta con escribir «Dreidel» o «peonza en Google» en el buscador y verás aparecer una peonza virtual de cuatro caras, cada una con una letra hebrea: Nun, Gimel, Hei y Shin. ¿Y qué significa cada símbolo? Fácil: dependiendo de la cara que salga al girar la peonza, los jugadores ganan o pierden fichas del bote común (puedes usar caramelos, monedas o cualquier cosa divertida). Así, Nun significa que no pasa nada y sigues jugando; Gimel te otorga el premio gordo llevándote todo el bote; Hei te da la mitad del premio; y Shin te obliga a añadir una ficha al bote.
Esta mecánica tan simple como adictiva ha conseguido que la peonza en Google sea usado, tanto para resolver disputas con azar como para pasar un buen rato con amigos sin instalar absolutamente nada. Además, puedes girarla tantas veces como quieras pulsando el botón ‘Girar de nuevo’, así que las posibilidades son infinitas. ¿Quién se llevará el último caramelo?
Otros minijuegos ocultos en el buscador: mucho más que la peonza
Si creías que la diversión acababa aquí, prepárate porque Google tiene toda una colección de minijuegos clásicos y herramientas geek esperando a ser descubiertas. Por ejemplo, ¿te acuerdas del mítico Snake? Sí, ese juego en el que controlas una serpiente hambrienta que crece cada vez que come una manzana; pues solo tienes que buscar «Snake» en Google para tenerlo listo sin descargar nada. Lo mismo ocurre con otros clásicos eternos como el Solitario –ideal si eres fan del Windows original–, Buscaminas o Tres en línea (también conocido como Tic Tac Toe), todos disponibles directamente desde el navegador.
No podía faltar el icónico PAC-MAN, ese comecocos legendario que sigue conquistando corazones gamers generación tras generación. Basta con buscar «PAC-MAN» para empezar a devorar fantasmas. Y si buscas algo diferente, prueba el Juego de memoria (similar al famoso Simon Dice), el divertido cuestionario sobre la Tierra o la fusión de emojis, donde puedes mezclar tus caritas favoritas para crear combinaciones únicas y compartirlas con quien quieras.
Incluso si tu rollo es más curioso que jugón, Google te ofrece pequeñas joyas como los Datos curiosos aleatorios sobre cualquier tema imaginable o sonidos de animales reales para aprender (o simplemente sorprenderte) con un clic.
Herramientas geek: todo lo útil (y friki) al alcance de un click
Mención aparte merecen las utilidades ocultas del buscador: desde lanzar una moneda a cara o cruz cuando no sabes quién empieza (ideal para decidir quién pone la pizza), hasta usar una calculadora integrada, metrónomo o afinador si eres músico. ¿Necesitas tirar un dado para esa partida rápida a rol? Busca «dado» y tenlo listo al instante. Incluso cuentas con ruleta digital, selector de color (imprescindible para diseñadores web) o ejercicios interactivos de respiración para esos momentos zen entre tanto estímulo geek.
No olvides explorar estos recursos porque pueden sacarte de más de un apuro: por ejemplo, si necesitas calcular algo rápido mientras juegas online o si quieres retar a tus amigos a ver quién responde antes al cuestionario sobre nuestro planeta. Es como tener una navaja suiza digital dentro del navegador.
En definitiva, la peonza en Google es solo la puerta de entrada a un ecosistema lleno de guiños tecnológicos y sorpresas pensadas para quienes amamos experimentar, aprender jugando y sacar partido a cada píxel. Como ocurre con los mejores gadgets –¿quién no ha sentido esa emoción cuando descubre una función secreta en su Xiaomi o cuando desbloquea un easter egg en Windows?– aquí lo importante es atreverse a probarlo todo… ¡porque nunca sabes dónde está tu próxima obsesión geek!