Nuevo terremoto en el mundo del gaming: la Fiscal General de Luisiana, Liz Murrill, ha interpuesto una demanda contra Roblox Corporation, acusando a la plataforma de no proteger adecuadamente a los menores frente a depredadores sexuales. ¿Estamos ante un punto de inflexión para el ecosistema UGC más grande del planeta o ante un capítulo más en la compleja batalla por la seguridad online infantil? Vamos a desgranar el caso, los datos clave y lo que significa para familias y creadores.

Qué alega la demanda y por qué pone a Roblox en el disparadero

Según la acción legal presentada por Murrill, Roblox habría permitido, a sabiendas y durante años, un entorno donde los depredadores sexuales prosperan, lo que habría contribuido a la victimización de menores en Estados Unidos y, en particular, en Luisiana. La denuncia sostiene que la empresa no habría implementado medidas de seguridad efectivas ni advertido de forma suficiente a padres y niños sobre riesgos previsibles dentro de su servicio. Puedes leer el anuncio público de la Fiscal General en este hilo en X: comunicado de Liz Murrill.

El texto legal no se queda corto: habla de «descuido voluntario» y «prácticas engañosas» que habrían permitido un ambiente propicio para el abuso. En el trasfondo, late un debate conocido en cualquier plataforma social o de juego con contenido generado por usuarios (UGC): ¿cómo equilibrar libertad creativa, comunicación social y una seguridad infantil que, por definición, exige controles estrictos y respuestas rápidas? De hecho, este punto es especialmente delicado en Roblox, donde el público principal es menor de edad y las interacciones son masivas y en tiempo real.

Roblox, por su parte, ha ido introduciendo cambios. Tras el veto en Turquía, anunció nuevos ajustes de seguridad: los menores de 13 años necesitan permiso de sus padres para determinadas funciones de chat, y los menores de 9 requieren consentimiento paterno para acceder a experiencias con etiqueta de madurez «Moderado». Sin embargo, la Fiscalía de Luisiana considera que estas medidas no alcanzan el nivel necesario, y por eso ha decidido llevar el caso a los tribunales.

Un gigante UGC bajo presión global: cifras, vetos y decisiones polémicas

Para dimensionar el asunto, conviene mirar los números: en febrero de 2025, Roblox registró, según reportes, 85,3 millones de usuarios activos diarios, y la propia compañía afirma que la mitad de los niños estadounidenses menores de 16 años juega al menos una vez al mes. Son magnitudes de órbita baja, tipo «escala Reddit o YouTube», donde la moderación algorítmica y humana se vuelve un desafío técnico y operativo constante.

Además, la plataforma ya ha sido prohibida en varios países, entre ellos China, Jordania, Corea del Norte, Omán, Catar y Turquía, con el foco puesto en los riesgos de explotación infantil. Este contexto internacional refuerza la presión sobre Roblox para demostrar que sus políticas y herramientas de protección funcionan de forma consistente, sin fricciones y adaptadas a la edad.

En medio de este clima, la compañía ha tomado una decisión que ha generado controversia: eliminar a ciertos «vigilantes» de la comunidad que actuaban como una especie de policía informal del entorno. Según explicó el equipo desarrollador, su actividad estaba creando un ambiente inseguro para los usuarios. La jugada, aunque pretende reducir conductas problemáticas, abre otro melón: ¿cómo mantener a raya a quienes buscan el mal sin desincentivar a la comunidad que intenta proteger el espacio? Aquí, el equilibrio recuerda a conceptos de ciberseguridad moderna como el «principio de mínimo privilegio», donde cualquier exceso —aunque bien intencionado— puede volverse en contra del sistema.

roblox para niños

Qué deben saber ahora padres y creadores: claves prácticas

Si convives con Roblox en casa o desarrollas experiencias dentro de la plataforma, la pregunta es obvia: ¿qué hago hoy? Primero, entender el marco actual. Hay medidas activas orientadas a menores —como los permisos parentales para ciertos chats y el acceso con consentimiento a contenidos «Moderados» para los más pequeños—, pero la demanda de Luisiana pone en evidencia que, para algunos reguladores, todavía no es suficiente.

El paso uno es informarse con criterio y desde fuentes fiables. En ActualApp hemos analizado en detalle la pregunta del millón en nuestro artículo ¿Es Roblox seguro para niños pequeños?, donde repasamos las claves para comprender el ecosistema, qué implican las etiquetas de madurez y por qué la supervisión adulta no es un accesorio, sino un pilar. Segundo, vale la pena revisar regularmente cómo usa el menor la plataforma: con quién interactúa, qué experiencias visita y qué funciones sociales emplea. Aunque suene básico, la conversación abierta y periódica sigue siendo uno de los «firewalls» más eficaces en el mundo real.

Por el lado de los creadores, el mensaje es claro: respetar las guías de contenido no es solo una obligación contractual, también es una cuestión de sostenibilidad. En entornos UGC, una mala dinámica social puede tumbar la confianza de usuarios y reguladores en tiempo récord. Y, a escala técnica, cualquier fricción que reduzca el riesgo —desde diseñar experiencias que minimicen interacciones sensibles hasta pensar en flujos seguros por defecto— ayuda a fortalecer el tejido comunitario. Como en cualquier stack moderno, la seguridad no es una capa añadida al final, es una propiedad del diseño.

En definitiva, el caso de Luisiana contra Roblox no solo se dirime en tribunales: se libra también en la opinión pública y en la evolución de las prácticas de la plataforma. Con millones de menores dentro, cada ajuste importa. Seguiremos de cerca el proceso y sus consecuencias para uno de los ecosistemas de juego y creación más influyentes del planeta.

Edu Diaz
Edu Diaz

Cofundador de Actualapp y apasionado de la innovación tecnológica. Licenciado en historia y programador de profesión, combino el rigor académico con el entusiasmo por las últimas tendencias tecnológicas. Desde hace más de diez años, soy redactor de blogs de tecnología y mi objetivo es ofrecer contenido relevante y actualizado sobre todo este mundo, con un enfoque claro y accesible para todos los lectores. Además de mi pasión por la tecnología, disfruto de las series de televisión y me encanta compartir mis opiniones y recomendaciones. Y, por supuesto, tengo opiniones firmes sobre la pizza: definitivamente, sin piña. Únete a mí en este viaje para explorar el fascinante mundo de la tecnología y sus múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana.