¿Toca cambiar de iPhone o mejor esperar? Si el iPhone 16 dejó a muchos con sabor a poco, el iPhone 17 llega justo donde hacía falta: pantalla, cámara, batería y carga dan el salto que pedíamos, y lo hacen sin disparar el precio. Además, el modelo base por fin se siente «actual» sin obligarte a mirar a los Pro, lo que es una gran noticia para quienes buscan equilibrio entre prestaciones y coste.
Diseño y pantalla: más grande, más brillante y, por fin, 120 Hz
Apple mantiene la fórmula de aluminio y vidrio, pero refuerza el frontal con Ceramic Shield 2, un cristal que promete ser hasta tres veces más resistente a los arañazos. El iPhone 17 también afina los marcos y estira el panel hasta 6,3 pulgadas, lo que se traduce en un cuerpo apenas más grande y algo más pesado que el iPhone 16, pero con un aprovechamiento de pantalla superior y cantos ligeramente más marcados. En colores, la paleta cambia: ahora hay Black, Lavender, Mist Blue, Sage y White.
La gran noticia está en el display: el iPhone 17 adopta un OLED de 1-120 Hz con ProMotion y modo Always-On, mientras que el iPhone 16 se queda en 60 Hz sin pantalla siempre activa. El salto de fluidez es inmediato, de esos que se sienten al primer scroll, como pasar de un disco duro mecánico a un SSD. Además, el brillo máximo en exteriores se dispara hasta 3000 nits (frente a 2000 nits del iPhone 16), manteniendo 1600 nits en HDR en ambos, así que leer al sol deja de ser un reto. Face ID sigue siendo la única opción biométrica.
La frecuencia variable que baja a 1 Hz permite ahorrar energía cuando no tocas la pantalla y, cuando hace falta, subir a 120 Hz para animaciones, juegos y desplazamientos ultrafluidos; una experiencia similar a lo que los gamers conocen como VRR en monitores G-Sync/FreeSync, pero aplicada al bolsillo.
Rendimiento y software: A19 más eficiente e iOS 26 para ambos
Por dentro, el iPhone 17 estrena el chip A19 en 3 nm, centrado en eficiencia y rendimiento sostenido frente al A18 del iPhone 16. Ambos tienen 8 GB de RAM, pero el almacenamiento base cambia el juego: el iPhone 17 arranca en 256 GB, duplicando los 128 GB iniciales del iPhone 16, y mantiene el precio de salida en 799 dólares. Si sueles grabar vídeo o disparar en alta resolución, agradecerás ese espacio extra desde el minuto uno.
A nivel de software, no hay exclusividades caprichosas: los dos corren iOS 26, con el nuevo lenguaje visual «Liquid Glass», funciones prácticas como filtrado de llamadas y traducción en vivo, y el paquete de Apple Intelligence con IA en el dispositivo. Es decir, estrenas iPhone y estrenas funciones, pero si vienes de un iPhone 16 también las tendrás el mismo día que se lance la actualización.
En conectividad, ambos usan USB-C con estándar 2.0 para transferir datos, por lo que, si tu flujo depende de velocidades superiores, el salto a la serie Pro seguirá siendo la alternativa a considerar.
Cámaras y batería: selfies más nítidos, ultra mejorada y más horas de uso
La trasera mantiene el sensor principal de 48 MP que ya vimos en el iPhone 16, pero la gran evolución está en el ultra gran angular: ahora también es de 48 MP, con lo que se consigue más detalle y mejores tomas en macro sin sacrificar campo de visión. En el frontal, el iPhone 17 sube a 18 MP con Center Stage, ofreciendo un encuadre más amplio, mejor estabilización en 4K HDR y Dual Capture para registrar a la vez con la cámara delantera y trasera; ideal para vloggers y creadores que quieren contenido listo para publicar sin ediciones complicadas.
En autonomía, Apple cifra hasta 30 horas de reproducción de vídeo en el iPhone 17, frente a las 22 horas del iPhone 16. El mérito se reparte entre una batería de mayor densidad y la mayor eficiencia del A19. La carga también acelera: con el nuevo adaptador de 40 W, el iPhone 17 alcanza el 50% en unos 20 minutos; el iPhone 16, con 20 W, necesita alrededor de media hora para esa misma cifra. De forma inalámbrica, el iPhone 17 soporta MagSafe y Qi2 hasta 25 W, mientras que el iPhone 16 mantiene MagSafe a 25 W. Eso sí, la carga inalámbrica inversa sigue sin aparecer en ninguno de los dos.
Con este conjunto, el iPhone 17 deja de ser «el iPhone de entrada» y se planta como un gama alta completo: pantalla fluida con Always-On, brillo de escándalo para exteriores, selfies y ultra mejorados, batería que aguanta más y una carga que por fin va al ritmo de 2025. El iPhone 16, en cambio, se ve más antiguo de lo que realmente es, especialmente por la pantalla a 60 Hz y el ultra de 12 MP.
¿Entonces, cuál me compro? Para la mayoría, el iPhone 17 cubre todas las necesidades sin obligarte a saltar a los Pro. Solo plantearíamos ese extra si valoras un teleobjetivo dedicado o necesitas velocidades de transferencia superiores a USB 2.0. La guinda es que el precio de partida no sube y, aun así, duplica el almacenamiento base. En resumen: la renovación que sí importa, y la que hace que el iPhone «normal» vuelva a ser la recomendación fácil.