¿Te has despertado con el iPhone al 20% sin haberlo tocado? Tranquilidad: no eres el único. Cuando el teléfono debería estar en reposo profundo, hay procesos que pueden quedarse despiertos más de la cuenta y chupar batería sin pedir permiso. La buena noticia es que, con unos ajustes bien escogidos y un par de hábitos inteligentes, puedes cortar de raíz ese drenaje nocturno y amanecer con tu iPhone listo para la acción. Además, entender qué lo provoca es clave para no ir a ciegas.
Por qué tu iPhone gasta batería mientras duermes
Aunque el mayor consumo de batería suele darse durante el día, hay dos escenarios frecuentes que explican bajones nocturnos. El primero tiene que ver con el software: tras una actualización de iOS, el sistema puede estar reindexando archivos o refrescando datos de apps, lo que incrementa temporalmente el uso de energía y hasta puede notar el móvil algo más lento. Este comportamiento, si se debe a tareas de mantenimiento tras el update, tiende a resolverse por sí solo en uno o dos días.
El segundo escenario aparece cuando un proceso se queda “enganchado”: una app que sincroniza sin parar o un servicio del sistema que no entra correctamente en modo reposo. Si detectas que el problema empezó justo después de actualizar, es posible que se trate de un bug puntual. En ese caso, un reinicio rápido puede obrar milagros; y si persiste, actualizar de nuevo a la última versión de iOS puede aportar el parche que necesitas, porque Apple suele corregir estos fallos con celeridad.
Este tipo de drenaje se reconoce fácilmente si notas caídas bruscas por la noche sin haber usado el teléfono. No hace falta volverse loco: ataca primero el software con reinicio y actualización antes de tocar otros ajustes.
Ajustes clave que hacen la diferencia
Empieza por identificar a los sospechosos habituales. Entra en Ajustes > Batería (Settings > Battery) y revisa la lista de apps con su consumo, especialmente el apartado de actividad en segundo plano. Si ves alguna con cifras desproporcionadas, limítala. Ve a Ajustes > General > Actualización en segundo plano (Settings > General > Background App Refresh) y desactiva las apps que no necesitan actualizarse solas cuando no las usas. ¿Quieres ir al extremo? Puedes desactivar la función por completo.
Otro ladrón silencioso: las notificaciones. Cada aviso que enciende la pantalla —ya sea un mensaje, un correo o un recordatorio— despierta el iPhone unos segundos y, si además vibra o activa respuesta háptica, suma consumo. Si por la noche recibes docenas de notificaciones, la batería lo acusa. La solución elegante es programar un modo de concentración de sueño. Entra en Ajustes > Concentración > Sueño (Settings > Focus > Sleep) y define qué personas y apps pueden interrumpirte. Complementa este filtro afinando en Ajustes > Notificaciones (Settings > Notifications) para silenciar alertas poco esenciales.
Con estos dos frentes —apps hiperactivas y notificaciones— bajo control, ya habrás cortado buena parte de los microdespertares del iPhone.
iCloud, fotos y ubicación: los grandes devoradores nocturnos
La sincronización con iCloud es otra fuente legítima de consumo. Cuando el iPhone está conectado a Wi‑Fi y con suficiente batería, realiza copias de seguridad y sincroniza fotos y vídeos. Si durante el día has hecho muchas capturas, por la noche puede dedicar tiempo y energía a subirlas; en dispositivos con batería más desgastada, notarás más el impacto. Para amortiguar este pico, activa el Modo Bajo Consumo antes de dormir: Ajustes > Batería (Settings > Battery) y activa Modo Bajo Consumo. También puedes hacerlo desde el Centro de Control. Este modo limita actividades en segundo plano como la sincronización de iCloud y la obtención de correo, extendiendo la autonomía mientras descansas.
La ubicación merece capítulo propio. Muchas apps piden acceso al GPS no solo cuando las usas, sino también en segundo plano, ejecutando tareas de geovallas o comprobaciones periódicas que despiertan el teléfono. Si varias apps hacen esto a la vez, el consumo se multiplica. Revisa permisos en Ajustes > Privacidad y seguridad > Localización (Settings > Privacy & Security > Location Services) y cambia las apps a “Al usar la app” o “Nunca” salvo que el acceso en segundo plano sea imprescindible. Después, entra en Servicios del sistema (System Services) y desactiva lo que no necesites. ¿Quieres apurar al máximo durante la noche? Puedes desactivar Localización por completo desde ese mismo menú y volver a activarla por la mañana.
Estos ajustes no solo reducen el consumo, también evitan que procesos innecesarios interrumpan el reposo del sistema. Combinados con el Modo Bajo Consumo, notarás que la batería amanece mucho más entera.
En resumen, la receta para frenar el drenaje nocturno pasa por tres pasos: actualizar y reiniciar si el problema surgió tras un cambio de iOS, domar la actividad en segundo plano (apps y notificaciones) y minimizar tareas intensivas como iCloud o la localización mientras duermes. Con estas medidas, dejarás de perder porcentaje a oscuras y ganarás tranquilidad. Porque, seamos sinceros, lo último que queremos al abrir los ojos es buscar un cargador en modo contrarreloj.