¿Tu PS5 descarga a paso de tortuga y te desespera ver la barra avanzar milímetro a milímetro? Tranquilidad, no eres el único. La causa casi siempre se esconde en la conexión de red o en un par de ajustes del sistema que, con un toque geek, puedes optimizar en minutos. Aquí reunimos los métodos más fiables para ganar velocidad: desde elegir la banda Wi‑Fi correcta y usar DNS públicos hasta tirar de cable Ethernet o aprovechar el Modo de reposo. De hecho, con unas pocas decisiones bien tomadas, puedes notar un salto de rendimiento tan claro como pasar de un disco duro a un SSD NVMe.

Ajustes de red que marcan la diferencia

Lo primero: asegúrate de que tu consola usa la banda Wi‑Fi de 5 GHz, ya que suele ser más rápida y menos congestionada que 2,4 GHz. Entra en los ajustes de red de tu PS5 y fuerza la conexión a 5 GHz para las descargas de juegos y actualizaciones. Después, prueba de nuevo: muchas veces el cambio se nota al instante.

Comprueba también el estado de tu conexión desde el propio menú de red de la consola. Si los resultados son anormalmente bajos o inestables, toca actuar en el router: reinícialo desenchufándolo unos 30 segundos y vuelve a conectarlo; si el problema persiste, quizá debas contactar con tu proveedor. Además, la proximidad física ayuda, así que acerca la PS5 al router para reducir obstáculos e interferencias.

Cuando quieras máxima estabilidad, nada como el cable: configura una conexión LAN por cable en la PS5 y conecta un Ethernet directo al router. Un cable CAT6 o CAT6a es más que suficiente; incluso un CAT8 funcionará, aunque no esperes milagros si tu línea no lo acompaña.

Otro ajuste que puede marcar la diferencia es cambiar las DNS por unas públicas rápidas. En la configuración de red elige modo personalizado e introduce direcciones fiables como Google (primaria 8.8.8.8, secundaria 8.8.4.4) o Cloudflare (primaria 1.1.1.1, secundaria 1.0.0.1). A menudo mejora la resolución de nombres y, con ello, la sensación de agilidad.

Por último, reduce el tráfico en tu red doméstica mientras descargas: pausa streaming, descargas en PC o móviles y cualquier tarea pesada en otros dispositivos. Y si notas rarezas, reinicia la PS5 por completo (apagado total, desconexión de corriente unos minutos y encendido) para limpiar posibles fallos temporales. Mantener el software del sistema actualizado también es clave, ya que los parches suelen afinar compatibilidad y resolver bugs.

Gestión inteligente de descargas en PS5

No todo es velocidad bruta: cómo gestionas las descargas importa. Descarga un juego cada vez; si pones varios a la vez, todos se reparten el ancho de banda y tardan más. Del mismo modo, evita jugar online o ejecutar títulos exigentes durante una descarga grande, porque la consola dedicará recursos al juego y las bajadas se resentirán.

El Modo de reposo es tu aliado. Activa la opción de “permanecer conectado a Internet” en las funciones disponibles mientras la consola está en reposo, y la PS5 continuará descargando juegos y parches con menos procesos de fondo compitiendo. Es ideal para dejar una instalación lista mientras duermes o sales de casa.

Para no encontrarte con actualizaciones sorpresa de varios gigas justo cuando vas a jugar, habilita las actualizaciones automáticas de juegos y apps y permite que se descarguen e instalen también en reposo. Así la consola hará el trabajo mientras no la usas y evitarás colas múltiples que ralenticen todo el sistema. Este enfoque, combinado con la red bien configurada, es una receta ganadora que recuerda a optimizar un PC gaming con buen cableado Ethernet y DNS ajustadas a mano.

Cuándo y qué descargar: juega con ventaja

La hora del día también cuenta. Las redes se saturan en horas punta, por lo que iniciar descargas de madrugada o a primera hora suele dar mejores tasas. No es magia, es menos gente conectada al mismo tiempo y, por tanto, menos congestión.

Además, conviene ajustar expectativas según el tamaño del juego: hoy no es raro ver títulos entre 50 y 150 GB por texturas de alta resolución y mundos enormes. Por ejemplo, Destiny 2 ronda los 87 GB (sin todo el contenido adicional) y Final Fantasy XVI requiere unos 110 GB en PS5, así que, dependiendo de tu conexión, completar la descarga llevará su tiempo.

En resumen: fuerza la banda de 5 GHz cuando uses Wi‑Fi, prioriza Ethernet cuando puedas, prueba DNS como las de Google o Cloudflare, reduce el tráfico doméstico, descarga en Modo de reposo y gestiona una cola a la vez. ¿Listo para exprimir tu PS5 y recortar esos tiempos de espera como un auténtico manitas de red?

Edu Diaz
Edu Diaz

Cofundador de Actualapp y apasionado de la innovación tecnológica. Licenciado en historia y programador de profesión, combino el rigor académico con el entusiasmo por las últimas tendencias tecnológicas. Desde hace más de diez años, soy redactor de blogs de tecnología y mi objetivo es ofrecer contenido relevante y actualizado sobre todo este mundo, con un enfoque claro y accesible para todos los lectores. Además de mi pasión por la tecnología, disfruto de las series de televisión y me encanta compartir mis opiniones y recomendaciones. Y, por supuesto, tengo opiniones firmes sobre la pizza: definitivamente, sin piña. Únete a mí en este viaje para explorar el fascinante mundo de la tecnología y sus múltiples aplicaciones en nuestra vida cotidiana.